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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

«Las huellas del sol»: un pirata intergaláctico — El Correo — 9 de marzo de 2024

Walter Tevis publicó seis novelas y cuatro de ellas –‘El buscavidas’, ‘El hombre que cayó a la Tierra’, ‘Gambito de dama’ y ‘El color del dinero’– han tenido exitosas adaptaciones cinematográficas. Curiosamente, las dos restantes componen una notable pareja de ciencia ficción distópica. Si en ‘Sinsonte’, que fue publicada hace dos años por Impedimenta, Tevis desplegaba una mirada filosófica sobre el posible devenir de la humanidad, en ‘Las huellas del sol’ libera su instinto satírico.

En el año 2063 la Tierra sufre una crisis energética: agotado el petróleo y proscrito el uranio tras algunas catástrofes, la madera y el carbón son los combustibles de un mundo que parece avanzar hacia la glaciación. China es la potencia global, los Estados Unidos languidecen y Ben Belson, un multimillonario excéntrico y atormentado, lidera una misión espacial clandestina para extraer uranio inocuo de un planeta extrasolar denominado FBR793. «Trotamundo de las galaxias y criptomarxista», genio de la Bolsa, morfinómano y lector de Henry James, Belson llega al planeta inexplorado y lo bautiza: Belson. Que en el planeta Belson la hierba sea un ser consciente y redentor, que canta y abraza de un modo «placentario» a su visitante, le confirma pronto al lector que Walter Tevis es un bromista sofisticado.

A grandes rasgos, la novela se divide en dos partes. Una tiene que ver con las aventuras espaciales de Belson, que incluyen la exploración de un segundo planeta y una etapa de Robinson en su planeta homónimo, y la otra con las consecuencias políticas que su empresa tiene en la Tierra. Funciona mejor la primera parte, pero estamos ante una de esas novelas que, sin una trama perfecta y una estructura equilibrada, consiguen que el lector disfrute a fondo en cada página. Sucede gracias a la abundancia de episodios magníficos (hay una cima cómica en torno a la preparación de una pierna de cordero y un pasaje perfecto y autobiográfico en torno al ajedrez y un verano mágico en Nueva York), gracias a la escritura talentosa de Tevis y, sobre todo, gracias a la omnipresencia de un gran protagonista. En el fondo, Ben Belson cruza el cosmos por motivos íntimos que tienen que ver con un padre indiferente y una crisis de impotencia sexual. «Cuando yo sublimo, sublimo a lo grande», reconoce. ‘Las huellas del sol’ es también una novela espectacular sobre la crisis masculina de la mediana edad. Y una declaración de amor a Nueva York en la que Nueva York apesta. Benson es un Prometeo drogado y con serios traumas edípicos. Su misión es devolverle la esperanza al mundo encendiendo la hoguera del edificio Chrysler.

—Pablo Martínez Zarracina