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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

«El ministerio del dolor»: las minas del recuerdo y el dolor de la antigua Yugoslavia — La Razón — 16 de marzo del 2024

►Dubravka Ugresic centra su nueva obra en la guerra de los Balcanes y en la idea de que la nostalgia es el primer paso para la reconciliación.

Cuando en 1991 estalló la guerra de los Balcanes Dubravka Ugresic, nacida en 1949 en un pueblecito de la antigua Yugoslavia, se colocó abiertamente en contra del conflicto, criticando los nacionalismos croata y serbio. Fueron tantos los ataques recibidos que decidió exiliarse en 1993 y se dedicó a la enseñanza en universidades de Europa y América, pero nunca dejó de escribir. Basándose en sus experiencias surgió este libro cuya protagonista es una profesora que da clases de Lengua y Literatura serbocroata a los refugiados en Ámsterdam. Los alumnos de Tanjia, la protagonista, hablan en alguna de las tres lenguas ofi ciales del «antiguo país»: serbio, croata o bosnio. Como su nación ya no existe, los alumnos recurren a diferentes formas para nombrarlo, la primera señal de extrañamiento: hacerlo es como «pisar una mina» y ver saltar por los aires nombres y utensilios familiares, comidas, innumerables recuerdos que sacan a la superficie un dolor que se trata de ocultar con cierto humor que se acerca al sarcasmo, como comprobará el lector al saber el origen de su título.

Esquizofrenia lingüistica

Una especie de «esquizofrenia lingüística» se apodera de ellos cuando tienen que escribir sobre su país y sus recuerdos; comprueban entonces hasta qué punto no pudieron llevarse nada, solo tienen «objetos mentales»: el recuerdo de una bicicleta, de una bolsa de plástico para la compra, su cómic favorito o el bizcocho materno, y lo que había nacido con la compasiva idea de reconciliarles con su país se convierte en un torrente de nostalgias. Su experiencia en la enseñanza se une a su historia personal, sus relaciones sentimentales, sus esfuerzos fallidos para salir adelante cuando tiene que arrastrar el pasado como un fardo. Quizá sea la obra más personal y autobiográfica de la autora. Cada página está marcada por esa nostalgia que lo tiñe todo y muestra la difi cultad que sufren los exiliados para crear un presente satisfactorio, porque el pasado pesa demasiado y el presente es ajeno y hostil.

▲Lo mejor

El realismo con que muestra el dolor del exilio sin renunciar al humor.

▼Lo peor

Nada que objetar, Ugresic siempre satisface y sus libros no se olvidan.

—Sagrario Fernández-Prieto