Sonia Devillers (Les Lilas, 1975) nos relata, en ese formato de novela-testimonio que está en estos tiempos tan de moda, la historia de sus abuelos, Harry y Gabriela Deleanu, judíos rumanos que formaron parte de una infamia más contra la Humanidad. A finales de los años 50 y durante la década de los 60, la dictadura comunista rumana “exportó” a los judíos residentes en el país a cambio de ganado, sobre todo, vacas frisonas y cerdos landrace (raza danesa), pero también por maquinaria agrícola y, finalmente, por divisas, que iban a parar a los bolsillos de los Ceausescu. Hasta el punto de que el propio Nicolae en un alarde de cinismo confesó: “Los judíos y el petróleo son nuestros mejores productos de exportación”. El intermediario de esta siniestra operación: el inglés Henry Jacober.
—José López Romero