Impedimenta publicó en 2010 el volumen de cuentos de Pilar Adón (Madrid, 1971) El mes más cruel. Ahora lo ha recuperado con un diseño y un formato nuevos y sin la introducción que Marta Sanz escribió para la edición originaria.
El libro contiene catorce narraciones, complementadas con trece poemas. Se trata de historias insólitas, inquietantes, duras, pobladas por personajes con comportamientos extraños y diversos padecimientos. Con una prosa delicada, elegante y esmerada, mediante asuntos como el desasosiego, la huida, el encierro y el miedo, el volumen trata sobre la difícil búsqueda de la felicidad.
Del conjunto de cuentos destacan cuatro. El primero de ellos es En materia de jardines, en el que dos mujeres empiezan a vivir juntas convencidas de que cada una está ayudando a la otra: Olivia tiene la intención de curar a Sara de un trauma ocasionado por un incidente relacionado con un ahogado, mientras que Sara quiere proporcionar a Olivia un entorno tranquilo para que pueda descansar.
En El fumigador, un niño vive escondido en el bosque, con su padre y su nodriza, los cuales pretenden mantenerle a salvo “del mundo exterior, tan terrible y lleno de catástrofes”. Sin embargo, tras esa búsqueda de protección hay una crónica aterradora sobre la crueldad y el egoísmo de las personas más cercanas y queridas.
Culto doméstico se centra en el conflicto entre un hombre impositivo y un hijo débil. El padre aparta al hijo de lo que le proporciona la mayor felicidad de su vida, convencido de que le saca de “un universo de perversión y de irresponsabilidad”. El resultado es que el hijo enferma y, consumido por una gran desdicha, no desea seguir vivo.
El cuarto cuento destacado es Genios antiguos, protagonizado por dos hermanos que, frente a la angustia, se refugian en la lectura, en el aislamiento frente a los demás y en el afán de huir, “deseando vivamente que todo aquello pudiera tener un final diferente”.
Las historias que forman El mes más cruel están construidas a base de sutileza, sugerencia y opacidad, lo cual permite interpretaciones diversas: son ambivalentes, difusas, indefinidas, aptas para lectores perspicaces, que disfrutan con la falta de precisión.
–R. R. de H.