Mientras la espléndida Los políglotas camina ya por su segunda edición, Impedimenta nos propone ahora otra de las grandes novelas de William Gerhardie (1895-1977), uno de esos narradores ingleses que, tras alcanzar renombre en el periodo de entreguerras, vio cómo la II Guerra Mundial disipaba injustamente su celebridad. Admirado por Evelyn Waugh, Graham Greene, William Boyd o Nabokov, Gerhardie aúna en su pluma la capacidad para armar situaciones hilarantes, la brillantez para desnudar a la alta sociedad y la visionaria percepción de algunos de los peligros que intuía acechantes en la sociedad del primer tercio de siglo. Así, Hecatombe, traducida con brillantez por Martín Schifino, arranca como una sátira, para, tras la incorporación a su elenco de un científico chiflado, derivar en una premonición de apocalipsis. Gerhardie, inglés nacido en Rusia y testigo activo del hundimiento del imperio zarista, es el paladín de un nihilismo crítico que lleva siempre la sonrisa a los labios y nunca decepciona.
El apocalipsis hilarante del autor de «Los políglotas»
"Hecatombe", traducida con brillantez por Martín Schiffino, arranca como una sátira, para, tras la incorporación a su elenco de un científico chiflado, derivar en una premonición de apocalipsis.