La antología de Simon Armitage muestra que la vulnerabilidad es esencial en el arte: incluso cuando escribimos sobre lo cotidiano abrimos una puerta a nuestro interior
Avión de papel de Simon Armitage es una antología cuidadosamente seleccionada que abarca 25 años de la prolífica carrera del poeta británico, desde 1989 hasta 2014, traducido al español por Jordi Doce y publicada en España por la editorial Impedimenta. Poeta Laureado del Reino Unido y comandante de la Orden del Imperio Británico por sus servicios a la poesía, Simon Armitage se ha establecido como uno de los principales referentes de la poesía contemporánea y continúa teniendo un impacto significativo tanto en su entorno como en las nuevas generaciones de escritores.
BorraEs difícil abordar un libro así cuando la poesía no es el punto fuerte de alguien. Es, sobre todo, complicado, porque no se trata de ‘cualquier libro’, o de ‘cualquier autor’. El libro no solo enseña una ventana a la evolución estilística de Armitage, sino que va un paso más allá.
La poesía tiene la capacidad de transformar lo mundano en algo extraordinario. A través de la mirada de Simon Armitage, el lenguaje se convierte en una herramienta para revalorizar la experiencia de estar vivo, obligándonos a detenernos en los detalles más insignificantes de nuestra rutina diaria, a reconsiderar lo que normalmente ignoramos. Esta percepción agudizada, casi microscópica, no solo altera cómo vemos el mundo, sino que también nos intensifica (a nosotros, y a nuestro alrededor). Y es que para muchos, la poesía es el antídoto contra la anestesia emocional que la vida moderna tiende a imponer.
Hay algo que tiene la antología de Avión de papel que es capaz de apelar directamente a quien la lee. No son las experiencias, o lo que cuenta, tal vez es lo mundano que encontramos en ella. Pasa algo que tan solo ocurre con los buenos escritores, y es que su poesía, aunque anterior, aún resuena en nuestro presente como si hubiese sido escrita la semana pasada. El mundo tiene mucho que aprender de estos poetas.
El estilo despojado de Armitage permite que la profundidad de sus reflexiones brille sin adornos innecesarios. Cada poema se convierte en un espacio para la contemplación, y es que, la poesía de Simon Armitage congela el tiempo y recalibra nuestra percepción de lo cotidiano: nos da una lupa más aguda a través del cual vemos el mundo. En lugar de solo documentar lo que nos rodea, profundiza en la esencia de las experiencias diarias, y les da un peso emocional y filosófico que quizás no habíamos considerado antes. Armitage encuentra en lo aparentemente trivial una puerta hacia algo mucho más grande, algo que también parece reflejar la lucha por encontrar sentido en un mundo cada vez más caótico.
Pregunta: ¿Cómo crees que la poesía cambia nuestra percepción de lo mundano?
Respuesta: Creo que fuerza a las personas a prestar atención a los detalles a los que estaban acostumbrados y volver a evaluar la experiencia de estar vivo a través del lenguaje, y la poesía es la máxima expresión del mismo. Crea una experiencia de existencia mucho, mucho más intensa.
P: ¿Crees que es posible vivir solamente de hacer poesía?
R: A mí me ha proporcionado una carrera, pero lo que es interesante de la poesía es que muchas veces está en el escaparate. Cuando la gente va a comprar libros no van a la poesía, van a por una lectura más académica, o a por una novela. A menudo es el tipo de literatura en torno al cual se desarrollan otras formas de ingresos.
P: En el poema No es lo que hagas, es lo que te hacen, sugiere que las experiencias no tienen que ser extraordinarias para que generen un impacto en la vida de alguien, ¿qué papel juega lo “no dicho” en las experiencias que nos moldean?
R: Es poema categoriza muchas experiencias exóticas y extraordinarias que tuve una vez en mi vida y que nunca he vuelto a alcanzar, pero seguía sintiéndome con derecho a escribir poesía. Las cosas que yo vivía que eran cercanas al hogar, aunque fuesen más mundanas y más domésticas, seguían siendo significantes… y el poema se extiende más allá de eso. El silencio muchas veces es equivalente a la soledad, y yo estoy muy cómodo con mi propia compañía. Tengo mi cuaderno y mis temas para pensar, pero llega un punto en el que necesito compañía, y actividad, y algún tipo de fricción con el mundo. Como escritor, siempre se trata de mantener el equilibrio entre escribir y vivir las experiencias suficientes para poder escribir. Es diferente para todos porque algunas personas no pueden tolerar su propia compañía, y están constantemente huyendo de ella. Otras personas viven muy cómodos como monjes y monjas.
P: ¿Cómo crees que la idea de “no sentirse nunca en casa” afecta a la identidad personal y colectiva?
R: El fuerte sentido de pertenencia tiene que ver con el lugar donde crecí. No vivo muy lejos del pueblo donde crecí, mi madre todavía vive allí. Asocio mi escritura con ese lugar, es como la especie de crisol del que se originaron mis poemas. Pero todos somos extraños para nosotros mismos y la poesía te anima a explorar esa extraña nodriza. Puedes acabar sintiéndote como un alíen en tu propia vida cuando empiezas a investigarla. Una de las coas interesantes de ser traducido es que acelera y acentúa ese sentimiento de culpa que estás tratando de investigar, así que es una paradoja. Pero es un buen lugar para un escritor.
P: ¿Estar en el medio de algo?
R: Es como tratar de describir una esquizofrenia. Creo que las fronteras son un lugar fantástico para escribir, pues hay una especie de calor en las cosas que chocan entre sí (las placas tectónicas de la experiencia), así que por una parte me siento muy local. Pero luego veo mi pasaporte y veo que viajo mucho. Por un lado, me siento parte de un grupo de poder, soy el Poeta Laureado. Me publica Favorite en Londres, así que ya sabes, creo que la gente me ve como una figura del establishment. Pero en algún lugar de mi mente soy un tipo que vive en la cima de una colina, en medio de la nada. Es parte de la contradicción de estar vivo.
P: Hay varios poemas en los que los personajes están atrapados en acciones muy repetitivas o absurdas. ¿Crees que la búsqueda de sentido en nuestras vida cae más en la idea de que existe un absurdo?
R: Publiqué Seeing stars, que son una serie de poemas absurdos, y creo que, en muchos sentidos, son representaciones bastante precisas de lo que se siente estar fuera de casa en el mundo. No vemos el mundo en oraciones proféticas lógicas: la vida se nos presenta en metáforas, en reflexiones rápidas, en recuerdos y en fantasías.
P: En Un pájaro para Thomas Szazs parece que el personaje que observamos se va moviendo en su propia realidad, ¿dónde crees que se encuentra esta línea entre la locura y la cordura?
R: ¿En Manchester? (Risas). El poema del que hablas es un reflejo de una categorización de la locura. ¿Qué constituye la locura, y qué es realmente la pura excentricidad que hay dentro de lo que la sociedad acepta y qué es lo que hay fuera de ella? Creo que se debe un retrato comprensivo de alguien que vive al margen de la sociedad, que necesita ayuda y comprensión. Esto está escrito desde el punto de vista de alguien que tiene un empleo para intentar ayudar y comprender algún día en esa posición y tratar de trazar esa línea entre la locura y la cordura es es una línea muy delgada y se mueve todo el tiempo.
P: ¿Crees que en hemos perdido la capacidad de conectar con los demás?
R: Creo que es una pregunta muy pertinente. Estamos perdiendo nuestra habilidad para operar en comunidades. Creo que la tecnología moderna nos lleva de nuevo a nuestros propios espacios y nos hace sentir como si pudiéramos tener una relación con el mundo a través de ella. Ahora es muy cómodo no formar relaciones con gente real, y creo que eso es un problema. Lo veo mucho con los estudiantes de universidad: la mayoría entran con una ansiedad increíble y no saben cómo relacionarse en grupos. Han perdido mucha confianza y ahora mantienen relaciones muy profundas con gente online, pero cara a cara parece que tenemos un problema enorme. Ahora podemos tener una existencia en nuestro propio cuarto. No es necesario salir al mundo para funcionar. Todo te puede llegar a domicilio. Necesitas discutir con gente que no tenga tu mismo punto de vista, y eso se está perdiendo.
P: En El chiste de la nevada, vemos cómo la muerte del protagonista no causa conmoción, sino una discusión bastante trivial en el club. Relacionado con la anterior pregunta, ¿tenemos menos capacidad de empatía?
R: Bueno, eso es interesante porque ese punto. Fue escrito hace mucho tiempo (ya sabes, antes del mundo que acabo de describir). Creo que lo que sucede al final de ese punto es que las personas que han estado involucradas en descubrir el cuerpo están desconcertadas sobre por qué alguien elegiría el olvido en lugar de hacer una decisión más lógica en decidir dar la vuelta hacia la civilización y la seguridad. Y como no hay respuesta de quién es la persona que dirigió ese coche hacia la nieve, se llama El chiste de la nevada. En inglés tiene más sentido: Snow Jake … No Joke. Es un juego de palabras para los cuales no hay un final.
P: Y con todo lo que se ha dicho, ¿qué significa ser auténtico a día de hoy?
R: A lo mejor digo Manchester otra vez. (Es mi respuesta evasiva). Creo que somos auténticos cuando no somos conscientes de que somos auténticos. Supongo, que como escritor, creo que la autenticidad reside en tu dicción, en tu idioma, en las cosas que dices, y en con qué frecuencia eres consciente de tu propia honestidad. Muchos de mis estudiantes a veces dirán que quieren escribir sobre su identidad, y asumen que es un tema de discusión. Pero su identidad de verdad que reside en su vocabulario, y no pueden disimularlo. Así que tan pronto como juntas dos palabras en un poema o en un contexto en particular, estás revelando algo de ti mismo sin ser capaz de ocultarlo, y ahí es donde yo creo que reside la autenticidad: en el lenguaje. Y a menudo, no sabemos cuándo la estamos presentando.
P: En poemas como Zoom!, vemos cómo decisiones que parecen muy simples tienen, en realidad, grandes repercusiones. ¿Has tenido alguna decisión simple que ha cambiado tu vida?
R: Aunque cuando las decisiones cambian el curso de tu vida, es difícil mirar atrás y pensar en ellas como simples.
Adquieren el peso de la trascendencia cuando cuando recuerdas Mi decisión de convertirme en poeta a tiempo completo probablemente fue una elección sencilla en ese momento y cambió mi vida. Pero probablemente haya decisiones más mundanas que he tomado, quiero decir, creo que cuando pones esto en el contexto de Zoom! lo estamos poniendo en el contexto de de la Teoría del caos (una mariposa bate sus alas en Tokyo y hay un maremoto en San Francisco). Sabes, tal vez usé la palabra incorrecta en una conversación en algún lugar o la palabra correcta en una conversación en algún lugar y tal vez eso todavía resuena hoy.
P: ¿Crees que la vulnerabilidad es una fuente inagotable de creatividad?
R: Creo que en todas las formas de arte te haces vulnerable, pero hay algo en la poesía que acentúa esa vulnerabilidad, y es porque la mayoría de las personas pueden leer y escribir. Si lo hiciese como escultura, o una pintura abstracta, la gran mayoría de personas no lo entenderían porque no entienden el lenguaje abstracto del arte pintado, o no tienen el vocabulario suficiente para poder ver lo que hay en una escultura, o entenderlo. Pero la mayoría de las personas sienten que dominan el lenguaje y se sienten poseídos por él, por eso, cuando escribes un poema, especialmente si parece ser sobre tus circunstancias personales, sientes que estás invitando a otras personas a entrometerse en tu vida. Creo que tenemos que poner unos mecanismos de defensa para lidiar con eso a veces, y recordar que no estás escribiendo entradas de diario, sino que tratas de hacer obras de arte usando el lenguaje. Creo que es necesario permanecer un poco despegado y desapasionado de lo que haces para no confundir tus poemas contigo mismo.
P: En el último poema, que da título a la antología, terminas con la imagen de “un libro en blanco”, ¿crees que la poesía siempre debe dejar un espacio para la interpretación del lector, o hay verdades que deben ser expresadas de forma más objetiva y directa?
R: Es inevitable que la gente interprete los poemas según su propio entender de las palabras, y es inevitable también que resurjan sus propias experiencias a un punto en el que si usas la palabra “casa” hay muchas formas de referirse a ello, pues todos tenemos ideales, recuerdos, y un lugar que puede ser hermoso para unos puede ser un espacio de gran vulnerabilidad para otros. Pero, a diferencia de la música, por ejemplo, donde un Si menor no tiene una definición, las palabras sí tienen definiciones. Creo que es el trabajo del escritor, del poeta (y creo que esto no es una opinión popular entre los poetas, pero es la mía), saber que puedes controlar la respuesta de la gente hasta cierto punto, y eso es lo que siento que es mi trabajo: escribir algo que te haga pensar y sentir lo que quiero que pienses y sientas, y si no lo hago, entonces me equivoco.
—Carmen Gómez Moreno