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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

«Los tres Cristos de Ypsilanti», de Milton Rokeach

Rokeach consigue como narrador que el interés humano sea tan poderoso como para que no le abandonemos a lo largo de su relato.

De todas las maneras de observar la realidad, la que nos presenta Milton Rokeach es la que más se arriesga a entrar en contradicción con nuestras certezas y creencias. Y no crean que exagero. Como descubrirán los lectores de su magnífico libro, este psicólogo elige como protagonistas de su estudio a tres enajenados: un trío de pacientes de esquizofrenia paranoide empeñados en identificarse con Jesucristo.

Rokeach es uno de los psicólogos sociales más citados del mundo. ¿Las razones? Hay tres que destacan especialmente: su estudio sobre el racismo sureño, su escala de valores terminales e instrumentales, y este experimento que llevó a término entre 1959 y 1961, en el Hospital Estatal de Ypsilanti, en Saline, Míchigan.

Ese centro fue demolido en 2006, pero permanece en el imaginario de numerosos lectores gracias al trabajo de Rokeach con tres pacientes ‒Clyde Benson, de 70 años, Joseph Cassel, de 58, y Leon Gabor, de 38‒, convencidos de ser el Mesías y obligados a interactuar con el propósito de que un equipo científico analizase su evolución.

Aunque, como ya apunté, el autor de esta obra se preocupó a lo largo de su carrera de temas más cruciales ‒por ejemplo, la extensión y naturaleza de los valores humanos‒, lo cierto es que Los tres Cristos de Ypsilanti gira en torno a un cuestión de infinita complejidad, que asimismo origina un sinfín de preguntas. Hablo, como ya supondrán, de la identidad, esa onda inflamable que empieza en el individuo y acaba contagiándose a todo un grupo, e incluso a una multitud.

«En un sistema de creencias ilusorio ‒escribe Rokeach‒, la creencia primitiva en la propia identidad (o, en realidad, cualquier otra creencia ilusoria) no puede ser contradicha por otra persona, porque el sujeto delirante no acepta referentes o autoridades externos». ¿Cómo sanar, entonces, al psicótico con una identidad imaginaria. En 1959, Rokeach lo enfocó de este modo «Al confrontar a los tres Cristos, queríamos crear una disonancia entre dos creencias primitivas de todos ellos: la creencia ilusoria en su identidad y la creencia realista de que solo una persona puede ostentar una determinada identidad».

Así, pues, los tres Cristos imaginarios se convierten en sujetos y acaso víctimas de esta experiencia de laboratorio, convertida aquí en un relato espléndido, en el que la incertidumbre es incesante, como también lo son las tácticas que el trío protagonista emplea para afrontar esta prueba colectiva.

Inspirado por una lectura de Voltaire y por un artículo de Harper’s Magazine sobre dos mujeres convencidas de ser la Virgen María, Rokeach desarrolló este experimento en los términos propios de la psicología conductista. Con todo, el libro no es una lectura académica, sino una suerte de reportaje novelado, muy bien escrito y con un ritmo narrativo envidiable.

El tema en sí es sumamente triste, y de hecho, la melancolía que producen los tres Cristos es predecible. Sin embargo, Rokeach consigue como narrador que el interés humano sea tan poderoso como para que no le abandonemos a lo largo de su relato.

En la actualidad, es muy probable que un comité ético impidiese varios de los métodos de manipulación psicológica empleados en el experimento. No obstante, incluso esas maniobras torticeras de Rokeach, por las que luego pidió perdón, se integran nítidamente en esta aventura freudiana, que nos obliga a atravesar la realidad y a comprimir todas esas certezas que son la materia viva de nuestra individualidad.

Sinopsis

Traducción de Eduardo Moga

Comparada por muchos motivos con Alguien voló sobre el nido del cuco, Los tres cristos de Ypsilanti es uno de los más famosos y controvertidos experimentos de la historia de la psiquiatría moderna, que condujo los límites de la ética a extremos insospechados.

Verano de 1959. En el manicomio estatal de Ypsilanti, en Michigan, el joven psicólogo social Milton Rokeach decide empezar una terapia de grupo con tres internos aquejados de esquizofrenia paranoide: Clyde Benson, un granjero alcohólico; Joseph Cassel, un escritor frustrado a quien se internó cuando comenzó a agredir a su familia; y Leon Gabor, un universitario que dejó los estudios para alistarse en el ejército para luego desertar. Lo que unía a los tres es que cada uno afirmaba ser Jesucristo.

Milton Rokeach fue un psicólogo norteamericano de origen polaco. Se graduó en la Universidad de Berkeley y pronto empezó a trabajar como psicólogo social. En 1959 realizó un experimento en el manicomio estatal de Ypsilanti, en Michigan, que consistía en la creación de un grupo terapéutico conformado por tres pacientes que se creían Jesucristo. El informe de ese proceso fue publicado en forma de libro bajo el título de Los tres Cristos de Ypsilanti, y es su obra más conocida. Murió en 1988 en Los Angeles.

Milton Rokeach nació en 1918 en la pequeña ciudad polaca de Hrubieszów, en el seno de una familia judía. Con tan solo siete años emigró con sus padres a Estados Unidos. Tras finalizar sus estudios elementales en el Brooklyn College de Nueva York, se matriculó en Psicología en la Universidad de Berkeley, aunque durante la Segunda Guerra Mundial se vería obligado a abandonar su carrera para servir en el cuerpo de psicólogos de la fuerza aérea estadounidense. En 1959, mientras trabajaba como psicólogo clínico en el manicomio estatal de Ypsilanti, en Michigan, entabló contacto con tres pacientes de esquizofrenia paranoide que compartían el común delirio de creerse Jesucristo, y decidió enfrentarles en una terapia de grupo. El informe de ese proceso, que se alargó hasta 1961, fue publicado en 1964 en forma de libro bajo el título de Los tres Cristos de Ypsilanti. Este texto, hasta ahora inédito en castellano, es uno de los más interesantes, controvertidos y delirantes experimentos de la historia de la psiquiatría. El libro sería posteriormente adaptado al cine, al teatro e incluso llegaría a inspirar dos óperas. Milton Rokeach recibió en 1984 el Kurt Lewin Memorial Award de la Asociación de Psicólogos Americanos, y en 1988, el Harold Lasswell Award, otorgado por la Sociedad Internacional de Psicología Política. Murió de cáncer en 1988, en Los Angeles.