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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

«El minero» de Sōseki, un tesoro oculto

La colección de obras traducidas al castellano del imprescindible Natsume Sōseki se está acercando a la totalidad. La incorporación de «El minero» al catálogo de Impedimenta pone de manifiesto no sólo la importación de un pedacito más del que posiblemente sea el escritor japonés más importante del siglo XX; también señala una tendencia al alza de cómo el público comienza a valorar a los autores no occidentales mediante sus obras menos conocidas.

Un día, un acomodado joven de Tokio decide que se ha hartado de su vida y emprende un rumbo incierto para reencontrarse consigo mismo, abandonando todo aquello que la sociedad le impone. Los motivos concretos apenas son vagamente explicados por él. Había dos mujeres en su vida, y una relación un poco tortuosa con ellas y el entorno que, en fin, qué más da ¿quién no ha pensado alguna vez en mandarlo todo al carajo y marcharse lejos del mundanal ruido?

Es entonces cuando el joven protagonista se encuentra con un extraño anciano que trata de convencerle de convertirse en minero. Una mezcla de ingenuidad y estoicismo le llevan finalmente a aceptar el trabajo, sin saber prácticamente ningún detalle del mismo pero creyendo que será el refugio perfecto para huir de la sociedad. Empieza así un viaje de descubrimiento y crecimiento personal que, como es habitual, recoge entre líneas una profunda crítica a las tradiciones japonesas y las relaciones humanas.

El minero se encuadra en la época intermedia entre la jovialidad inicial y la época de madurez del autor. Tiene algunos destellos de humor y mordacidad, cercanos a la ópera prima Soy un gato, pero también se acerca decididamente al desasosiego y sentimentalismo de Kokoro. A diferencia de ambas, El minero es una novela más breve, más directa y con una estructura muy bien planeada.

La trama avanza contando el viaje hasta la llegada a la mina, momento en el que la narración hace un punto de inflexión y se vuelve más oscura, en donde el autor destila lo que mejor sabe hacer: llevar a sus personajes hacia situaciones extremas, jugar con su psicología ante un mundo que siempre se describe desalentador, teniendo en este caso a la vida interna de los mineros como principal cauce. Si bien la novela empieza siendo amena y relativamente ligera, los múltiples giros argumentales hacen que el lector no termine de anticipar cuál va a ser el desenlace, el cual por cierto no deja indiferente.

Conclusiones

El minero es una historia de introspección y crítica a la sociedad a través del viaje drástico hacia la madurez de un joven tokiota, una novela verdaderamente redonda y con una calidad narrativa que no tiene nada que envidiar a las grandes obras de Natsume Sōseki.