No se me ocurre publicación más sintomática de este 2016 que TRAZADO (Impedimenta), el atractivo atlas literario del ilustrador Andrew DeGraff. En él conviven los mapas, los esquemas, las imágenes aéreas y las reconstrucciones descabelladas de todo tipo de escenografías de la literatura. Por ejemplo, esa colmena exponencial que es la borgiana Biblioteca de Babel. O esa isla de la desesperación que comparten Viernes y Robinson Crusoe. El libro se sitúa en el centro de un momento de excepcional convergencia entre el cómic, la ilustración y la literatura. Nuca antes se habían llevado a cabo tantas adaptaciones en viñetas de obras literarias ni se habían ilustrado tantos títulos, clásicos y contemporáneos. Las razones son varias: desde el hecho de que el libro ilustrado y el cómic no hayan sido afectados por la digitalización de la lectura hasta la madurez del mercado de la novela gráfica.
Un momento excepcional
Cosecha 2016 de novela gráfica. Nunca nada humano le fue ajeno al libro ilustrado, menos ahora, cuando convergen los lenguajes narrativos, cómics, literatura, ilustración; el resultado son obras innovadoras, sin subordinaciones.