No es muy habitual que la editorial Impedimenta publique obras de autores españoles. Lo hizo con Gustavo Martín Garzo (La puerta de los pájaros), Pilar Adón (El mes más cruel) o Andrés Ibáñez (El perfume del cardamomo), un escaso bagaje para una editorial que prefiere adentrarse, con merecido éxito, en las traducciones. De ahí que la publicación de esta novela del madrileño Fernando San Basilio sea, cuando menos, una noticia a tener en cuenta. No sólo porque nos encontramos ante una novela repleta de ironía sino porque su mirada ácida nos permitirá entender muchas de las cosas que ocurren en el universo subcoreano. Personajes de un atractivo casi surrealista (un adivino, un guionista que teme ser asesinado, una anciana que vende patos de madera) y un protagonista recién llegado a Seúl con dudas de si quedarse a vivir en el país. Lo que no hay duda: merece la pena leer estas crónicas. A. O.