cabecera 1080x140

Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

Como sucedía en otras novelas suyas como Via Pula o La ventana rusa, los personajes de Bonavia, la última novela de Dragan Velikic traducida al castellano, son inquietos por naturaleza. Unos salen al encuentro de sí mismos, otros huyen del pasado, a menudo sin un destino preciso, pero siempre moviéndose entre grandes capitales europeas que el escritor serbio conoce bien: la Belgrado que le vio nacer, la Pula donde se crió y la vecina Trieste, la Viena, la Budapest o el Berlín adonde hubo de desplazarse cuando las cosas se pusieron feas en su país, y –en el caso de la capital austríaca– adonde regresó como diplomático serbio cuando las aguas volvieron a su cauce.

La inspiración la toma Velikic del viejo Bonavia, aquel histórico hotel del tiempo de los Habsburgo que todavía resiste al paso del tiempo en Rijeka. En torno a éste van a cruzarse los destinos de Miljan, el restaurador que huyó de Belgrado abandonando a su hijo recién nacido; a Marija, una filóloga con miedo a la soledad que se topa ante el consulado húngaro con Marko, el novelista frustrado que escribe una guía para evitar disgustos; a Kristina, que cruzó el “agua grande” del océano cumpliendo el vaticinio que una adivina le lanzó. Todo ello con el telón de fondo de la posguerra de Bosnia, de la que se cumple este año un cuarto de siglo.

Conocido como uno de los primeros intelectuales que criticó públicamente a Milosevic y sus políticas, Dragan Velikic, belgradense de 1953, es Licenciado en Literatura Comparada y Teoría de la Literatura por la Universidad de Belgrado.

En 1994 comenzó a trabajar como editor de Radio B92. En 1999 abandonó su empleo para comenzar a redactar sus propias columnas para diversas publicaciones de tirada nacional, como Vreme o Danas. En el año 2009 fue nombrado embajador de la República Serbia y Montenegro en Austria. En 2007 obtuvo el galardón más prestigioso de su país, el premio NIN a la mejor novela del año, con La ventana rusa, y años más tarde, en 2015, volvería a ser reconocido con el mismo galardón por El forense, que además se convertiría en el libro más solicitado en las bibliotecas serbias en 2016.

Miembro de la sociedad literaria de Serbia, ha publicado más de una decena de novelas, que han sido traducidas a quince idiomas. En castellano ha aparecido también su novela Plaza de Dante (1997). Vive en Belgrado.

ALEJANDRO LUQUE