Si en aquella novela Mortimer nos traía su visión crítica y descreída de la sociedad inglesa de la segunda mitad del siglo XX personificada en el contraste de dos hermanos antagónicos, en estos relatos sigue vigente su percepción crítica de la sociedad burguesa y acomodada, pero esta vez envuelta en un tono más irónico y burlón, muy british, de la mano del personaje principal, un abogado excéntrico e idealista que sobrevive como puede en un despacho medio de la city, entre las miserias cotidianas de sus clientes, los conflictos con sus compañeros de despacho y la vigilancia implacable de su posesiva esposa.

Estos relatos gustarán más, sin duda, a los profesionales del derecho y también a los lectores de novela negra de humor, un poco en la línea de nuestro Eduardo Mendoza, y sobre todo a los iniciados en el derecho común anglosajón y sus especiales particularidades, tan suyas. Lo mejor, en mi opinión, las pintorescas escenas de tribunales y las descripciones de la City y la zona de Fleet Street donde se concentran la mayoría de los juzgados y bufetes ingleses (por cierto, visita recomendada para sufridos turistas), sobre los que parece que el tiempo no pasa.

Los casos de Horace Rumpole, Abogado, de John Mortimer, está editada por Impedimenta, con traducción de Sara Lekanda Teijeiro, 2017, 312 páginas.