El día 7 de enero de 2015 el humor se llevó un gran golpe. 11 a.m. Se oyen disparos en el número 10 de la Rue Nicolas-Appert de París. Los dibujantes Jean Cabut “Cabu”, Stéphane Charbonnier “Charb”, Bernad Velhac “Tignous”, Georges Wolinski y Phillipe Honoré, del semanario Charlie Hebdo son asesinados y, otros tantos, heridos a manos de terroristas islámicos, provocando una gran respuesta de la gente, unida contra el terror.
Catherine Meurisse (1980), pese a trabajar en la revista, no pudo asistir a la reunión que tenían los redactores y dibujantes programada para esa fatídica mañana por una razón tan simple como su despertador. Pudo salvar su vida, pero ¿realmente quedó bien tras ver muertos a sus amigos y compañeros? La autora nos da la respuesta en esta novela gráfica y nos cuenta cómo pudo exorcizar su dolor, cómo consiguió ver la luz al final de todo. Antes de continuar, quisiera agradecer el ejemplar a Impedimenta.
El terror es algo innato en el ser humano; tanto como el dolor, pero —y ello nos lo muestra bien Catherine— tras él llega la unión, la esperanza y la fuerza. Y es que la francesa cuenta en su libro cómo el dolor puede acabar y resurgir la tan ansiada esperanza.
La autora pudo contemplar el horror, pero también la posterior respuesta mundial: el lema Je suis Charlie, que aún resuena en nuestras cabezas. Porque la unión es lo que llega tras el miedo; tras la tristeza viene la fuerza y muestra que llega para quedarse.
Se pueden valorar innumerables cosas de La Levedad, desde la belleza de sus ilustraciones hasta su perfecto guion. Pero me quedo con el mensaje esperanzador, la facultad de sobreponerse al dolor, aunque sea contemplando la belleza de las cosas como hace su autora, porque así se ve lo bonito de la vida, y creo que ahí se encuentra el mensaje: cómo la magia viene de las personas que están con nosotros, del arte, de lo que leemos, de lo que hace que la vida haya que vivirla con el mayor de los ánimos tras la catástrofe y el horror.
Catherine Meurisse no solo es testimonio vivo del día en el que el humor recibió el mayor golpe de su historia; también es una luchadora que ha sabido reponerse, encontrar la belleza en las pequeñas y grandes cosas y ser feliz sin olvidar después lo que pasó, al igual que ocurre con ese tipo de revistas de humor satírico como son Charlie Hebdo, Mongolia, El Jueves, MAD,… que continúan haciendo lo que mejor saben: hacer reír, a costa de todo. Pese a todo.
Un título genial que publica en una hermosa edición en tapa dura la editorial Impedimenta y de compra obligatoria.