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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

Después de la grata sorpre­sa de La Enciclopedia de la Tierra Temprana, que fue recibida con admiración por el público y la crítica, Isabel Greenberg continúa deleitándonos con Las cien no­ches de Hero. Esta nueva obra mantiene las caracte­rísticas de la anterior: el tono confidencial del narra­dor, la atmósfera mítica ate­nuada por el sentido del humor y, sobre todo, el gran despliegue imaginati­vo de la autora.

La Tierra Temprana es un mundo creado por la joven diosa Kiddo, un hermoso jardín en el que no existe la envidia, la ira ni el dolor. Los humanos duermen, co­men y se aparean, viven y mueren felizmente hasta que el padre de la creadora, el dios Hombre-Pájaro, in­terviene y los humanos pierden su ignorancia y su inocencia. Empiezan a es­cribir y a crear, hablar y discutir y desaparece la mo­notonía, pero todo se com­plica. La descripción del nuevo mundo se presenta a través de las leyendas y la narración de múltiples his­torias en las que se satiriza a los varones que miran con desprecio a las mujeres de las que esperan que sean obedientes, castas, trabaja­doras, moderadamente in­teligentes y bellas.

La obra se estructura como Las mil y una noches encade­nando los relatos que cuen­ta Hero durante cien noches a Manfred para evitar que abuse de su señora Cherry y gane la apuesta que ha hecho a su marido Jerome, que está convencido de que su esposa le será fiel. Sin embargo, Hero y Cherry mantienen una intensa rela­ción amorosa que se opone a las convenciones de los hombres y propiciará el desenlace. Tan original co­mo el mundo imaginario que crea la autora es su plasmación plástica con unos dibujos esquemáticos de gran expresividad psico­lógica, el empleo de colores planos, las aguadas y el trazo firme. Las texturas se consiguen con un uso plás­tico de la mancha que crea las diferentes atmósferas.