Ahora podemos poner un nuevo nombre junto a Scrooge, Seraphin y Harpagon en nuestro universo literario: el de la familia Delorme. La vida de sus miembros, todos más antipáticos que los demás, así como su universo oscuro y roto, se presentan en la truculenta novela que os reseño hoy. En casa de los Delorme, cada minuto vivido se hace por ahorrar dinero: no hay renovación en la casa, migajas de comida en la mesa, ropa demasiado pequeña y gastada, lavados una vez al mes, etc. El objetivo: mantener intacta la montaña de dinero que se encuentra en el sótano de la casa. Es fácil pensar que los Delormes son adoradores de esa riqueza metálica que a muchos trastorna; el padre, Prosper, ha transformado una habitación de la casa en un templo en dólares. Dedica su tiempo a su tesoro y a su diaria oración, un Padre Nuestro con palabras cambiadas y adaptadas para con su bien preciado.
La historia gira en realidad en torno a una habitación en esa determinada casa construida por Louis-Dollard Delorme, una mansión gótica situada en Mont-Royal, a las afueras de Montreal. Este tipo es despreciable, un “encantador” patriarca. Durante la construcción de esta casa, imaginó una habitación central, ubicada en los cimientos del edificio, una bóveda blindada, pintada con el color venerable del dinero que para él tiene un olor. Un olor a santo. Ochenta años más tarde, después de un período suntuoso cuando esta casa tenía una arquitectura muy bancaria, dos mujeres, durante un ataque, descubren en esta habitación verde, el cadáver de una mujer momificada con un ladrillo en la boca….
Comienza entonces, esta historia completamente loca, de una casa que nos cuenta acerca de sus habitantes, sus vicios y sus raras cualidades, sus hábitos y sus fallos humanos. Sí, lo que escucháis. En La cámara verde cada página es una sorpresa, cada elemento revelado me dejó a cada cual peor. Obviamente, esta casa tiene más que solo un par de orejas; ella nos habla, nos explica y revela los secretos mejor guardados de esta dinastía familiar que dedican sus días a ganar dinero y a contarlo en las noches. Cuando el día ha sido fructífero, sí que pueden tomar una taza de agua caliente.
El punto de inflexión lo pone la llegada a la casa de una hermosa señorita llamada Penny Sterling. Una chica que viene para alquilar una habitación y se mudará para hacer vida junto al séquito de la familia Delorme. Ella provoca el interés ($$$) de la familia, porque ella inventa un juego que…, bueno, para no spoilear más, digamos que todo está configurado para que “se arregle” un matrimonio de conveniencia. ¡Más $$$!. Este detalle y las odas a la miseria de la familia Delorme, son en mi opinión el atractivo de la novela. Exempli gratia: ¿Un helado? Para qué, podemos lamer otra cosa. ¿Comprar pan rallado? Claro, si tienes el material básico que más necesitas. ¡Prueba el aroma de un buen bistec o carne a la parrilla! ¡Lo más rentable es olerlo! ¡Especialmente, si gozas de una nariz fina! En resumen, aventuras de una familia que te hará sonreír e incluso a veces, reír a carcajadas. Martine Desjardins posee un sentido del humor negro, surrealista, que sabe a caramelo de flan. Cada personaje de esta familia te ofrece algo, tanto en número como en su humanidad… monetaria. Delorme el abuelo, el padre y el hijo, las tres niñas mayores, Morula, Blastula y Gastrula, todos los personajes han sido tejidos hábilmente por la autora. Aunque mi personaje favorito es la “hermosa” Estelle, la querida esposa de Louis-Dollard.Y cuando sepáis de ella, sabréis por qué.
Con su quinta novela, Martine Desjardins nos transporta a un universo que es tan realista como poco convencional. Además aporta el misterio gótico de esa mujer momificada, de la cual nos llevamos toda la novela queriendo saber más. Desjardins dio el salto a la fama en 1997 con su primera novela, Le Cercle de Clara. Su novela fantástica Maleficium (2009), le granjeó el Premio Jacques-Brossard de Ciencia Ficción y Fantasía, galardón que ha obtenido de nuevo en 2017 gracias a La cámara verde. Considerada su mejor obra hasta el momento.
Martine Desjardins. Quiero saber más de ella.