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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

Desde Jorge Luis Borges a la factoría Disney, son muchos los creadores, y los lectores, que se han rendido a la fascinación de Las Mil y Una Noches. Somos muchos los que, sin haber leído ese libro entero, conocemos partes y nos sentimos atraídos por la historia de Sherezade y su capacidad de fabular para salvar su vida.

También David B. (Nimes, Francia; 1959), que pasa al mundo del tebeo Hâsib y la reina de las serpientes, uno de los cuentos recogidos en la obra. En realidad, no solo traslada esa historia, también aparece Sherezade, que abre el volumen y también lo cierra. Las alusiones a Las mil y una noches son sutiles, pero constantes, ya que convierte a los lectores en el sultán y, al terminar el alba, deja la historia sin concluir para, de esa manera, alargar su vida. Así, logra trasladar una parte importante del libro: la seducción de la narración que alargaba la vida de Sherezade.

El tebeo es una demostración de virtuosismo gráfico y orientalismo. Vemos todo tipo de seres fantásticos, dioses, diablos, monstruos. David B. cuenta con un estilo propio. Utiliza los colores de manera exuberante. El dibujo es una explosión que fascina y cautiva al lector que puede entretenerse y disfrutar con los detalles de cada viñeta. Dibuja, por ejemplo, diablos de Afganistán y la estética nos recuerda su iconografía, pero, al tiempo, mantiene el estilo propio del autor.
De esta manera, la historia avanza de manera vertiginosa, cautivando al lector que solo quiere disfrutar del placer de escuchar una buena historia. En este caso, la historia de Hâsib y las aventuras que vive de una manera vertiginoso. Una pura delicia.