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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

El estreno del airado Kingsley Amis, entre la risa y la náusea

Kingsley Amis (1922-1995), que sí, no lo duden, es muchísimo más que el padre de Martin Amis, dedicó quince años de su vida al empleo de catedrático universitario.

No cabe, pues, extrañarse de que su primera novela, este Lucky Jim (1954) que ahora recupera Impedimenta en nueva traducción, sea un sutil ejemplo del género de campus. Eso la vuelve, claro, muy divertida. Sin embargo, no radica ahí su grandeza. Porque si Lucky Jim se ha convertido en un clásico no ha sido por su capacidad para agitar mandíbulas sino por su condición de ácido retrato de la sociedad inglesa de los primeros 50. Pintado además por un antihéroe, como corresponde al Amis que, antes de volverse conservador, aún militaba en las filas comunistas y, con este estreno literario, pasó a ser estandarte de aquellos “jóvenes airados” que, en una sociedad de racionamiento y ruinas, vomitaban su particular náusea existencial.