El director del Instituto de Astrofísica de Andalucía, Antxon Alberdi, ya anticipó en su pregón lo que iba a pasar en esta Feria del Libro. El físico donostiarra hizo hincapié en el hermanamiento entre ciencia y cultura: «Es compatible y caminan en la misma dirección». Y así fue durante la edición número 37 de la cita literaria, donde ciencia y feminismo suscitaron gran interés entre el público. El Instituto de Astrofísica de Andalucía y la Estación Experimental del Zaidín conquistaron a los granadinos con sus encuentros en la Carpa de la Ciencia. Los títulos en contra de la violencia machista, como el poemario colectivo Granada no se calla (Esdrújula Ediciones), los libros de divulgación de Nuria Varela -Feminismo para principiantes, Cansadas- y el debut literario de Leticia Dolera Morder la manzana, también fueron los protagonistas en una feria caracterizada por el buen tiempo -a excepción de cuatro gotas y la rasca de ayer-.
A pesar de que los pronósticos meteorológicos de lluvia no se cumplieron, libreras como Marian Recuerda, señaló ayer que ha vendido «menos» que la edición pasada. «He visto más paseantes, que personas interesadas en comprar libros, y de la gente que se acercaba, he percibido más variedad de orígenes, es decir, gente de otras latitudes que vive aquí y que este año ha participado más que otros años», recalcó la dueña de Ubú Libros.
¿No ha habido un Patria de Fernando Aramburu este año? Recuerda contestó que no, pero se alegra porque le agobia «mucho» que sólo le pidan un solo libro. «Eso quiere decir que la gente está influenciada por las modas», reflexionó. Entre los libros más vendidos, la dueña de Ubú destacó Solenoide de Mircea Cartarescu -el autor visitó Granada con ese título hace medio año-, A sangre y fuego de Manuel Chaves Nogales y Tres periodistas en la revolución de Asturias. Sin olvidar Quemar las naves de Angela Carter, una serie de cuentos populares interpretados desde el feminismo; novelas y ensayos de la autora feminista Ursula K. Le Guin; y los nuevos libros de autoras granadinas como Trinidad Gan y Carmen Canet, El tiempo es un león de montaña y Luciérnagas respectivamente. «Me han pedido también muchos libros de poetas mujeres del siglo XX», precisó.
La dueña de Ubú reconoció que «los libreros deberían implicarse más en las actividades, aunque estamos muy liados, porque es importante que la gente conozca lo que tenemos en las casetas». Para ello, Recuerda propone una Carpa de la Literatura, al estilo de la de la Ciencia, donde impartan conferencias sin objetivo de venta, con profesores, filólogos y expertos en diferentes campos de la literatura. «Puede ser complementaria a las presentaciones de libros. Es necesario hacer cosas así para que la gente pierde el miedo a la literatura, a los ensayos, y les deje de dar pudor no conocer a tal o cual autor o género», explicó.
ISABEL VARGAS