En los dos casos, además, con un formato similar: un libro ilustrado más que un tebeo. Además existen similitudes entre ambos: los dos los firman mujeres, ilustradoras, y domina un tono amable. Seguramente habrá autores más expertos capaces de determinar ante lo que nos encontramos. Vaya por delante que el firmante, como dueño de mascotas y amante de los animales, se encuentra feliz con este fenómeno, aunque no se vea autorizado para definirlo en su totalidad.
Ciruela lo firma Emma Chichester Clark (Londres, 1955), ilustradora de éxito (ha publicado más de sesenta libros) y que, hace seis años, comenzó a publicar una bitácora en la que narra la vida de su mascota y que recopila en este volumen.
Ciruela es una mezcla entre una Jack Russell y un caniche «arrollador» (entrada del 20 de junio). El formato de la narración es, como apunté, el de un diario: desde el uno de enero hasta el 31 de diciembre.
Comienza con los habituales deseos de fin de año para terminar con el balance. No faltan las fiestas ni las vacaciones. La narradora es la propia Ciruela, de ahí que el punto de vista sea el del animal, levemente humanizado, pero fundamentalmente perruno.
Así vemos sus paseos, baños en el agua y revolcones en excrementos. Es una loa a la relación que se establece entre los dueños y sus mascotas y que solo quienes las tienen la comprenden plenamente.
Ciruela es un libro para todas las edades, para leer solo o con niños; para saber también la responsabilidad y compromiso que supone incorporara a la vida una mascota. Es buen ejercicio para hacer con los hijos cuando reclamen su mascota. ¡Qué ciertos son esos paseos bajo el frío! O la complejidad de los viajes. Aunque también vemos rasgos propios de la vida de la autora, como las presentaciones de libros o su trabajo como ilustradora.
Como indica el paratexto de la contraportada, si bien el texto es obra de Ciruela’ las ilustraciones son de Emma Chichester Clark. Esa dualidad genera algunos momentos de humor, otro de los atractivos del libro.
La narración mantiene el modelo de los primeros álbumes de tebeos, con un texto debajo del dibujo. Este se presenta a color. Chichester dispone de un estilo propio, amable y de aire realista.
El dibujo pesa tanto como el color en el resultado final. Utiliza todos los recursos gráficos para expresar la historia y los sentimientos de los protagonistas.
FERNANDO DEL BUSTO