Publicado por la editorial Impedimenta, el lunes llega a las librerías la primera biografía para niños de la inglesa Mary Wollstonecraft Shelley (1797-1851), que empezó a escribir su gran obra, Frankenstein o el moderno Prometeo, con solo 18 años.
Este álbum, escrito por la canadiense Linda Bailey (1948) e ilustrado por Júlia Sardá (Barcelona, 1987), narra la vida de una niña, hija del filósofo político William Godwin y la filósofa y pionera feminista Mary Wollstonecraft, que murió poco después de nacer Mary.
Una niña que aprendió a leer siguiendo las letras que había sobre la lápida de la tumba de su madre y que tuvo una infancia marcada por la imaginación y los sueños, pero también por la pérdida y la tristeza y cuyo único refugio fueron los mundos de fantasía que creaba en su cabeza, explica la editorial.
La vida de Mary Shelley fue tan interesante como su obra y tuvo excéntricas amistades, entre las que se encontraban algunos de los escritores y artistas más importantes de su siglo.
Con poco más de 16 años, se escapó con su hermanastra y con el joven poeta Percy Bysshe Shelley, con el que se casaría, para recorrer Europa y un día, navegando por el Rhin, descubrieron el castillo Frankenstein, un nombre que se quedó grabado en su memoria.
Un año y medio después los tres conocieron en Suiza a Lord Byron y se alojaron en su casa, donde una noche de tormenta comenzaron a leer relatos macabros hasta que el poeta les retó a escribir cada uno una historia de fantasmas.
A Mary no se le ocurría ninguna idea pero una noche tuvo «una especie de ensoñación» y «un monstruo horroroso, hecho de partes muertas, tumbado y cobrando vida».
Mary tenía 18 años y ese día comenzó a escribir la historia de miedo más famosa de todos los tiempos.