Quizá no sabéis que por la noche, cuando dormimos, los juguetes salen a divertirse. Para ellos empieza el momento de disfrutar y hacer trastadas. Y esto es lo que narra Liniers, casi sin palabras, en Buenas noches, Planeta (Impedimenta). Con su fino sentido del humor y su pericia para la acuarela cuenta la historia de una pequeña niña que después de pasar el día jugando, leyendo y saltando sobre las hojas, termina agotada y se dispone a dormir. Es entonces cuando su peluche, Planeta, salta de la cama y empieza la aventura. Pero el resultado es mucho más que eso. La secuencia de las imágenes, las elipsis, los puntos de vista, sacan el mayor partido a una vivencia cotidiana y a unos personajes tiernos y entrañables, redondeando un precioso cómic muy adecuado para los pequeños lectores que se inician en este género.