Al igual que en el resto de los escritos de este autor rumano, nos encontramos ante un insólito tipo de literatura en la que la realidad y lo onírico se encuentran en un mismo plano y donde no existe un claro hilo conductor. Desbordante desde todos los puntos de vista, el narrador, que puede ser el propio autor, recuerda episodios de su vida, sobre todo de su infancia y adolescencia y el mundo que le rodea, que le dan pie para larguísimas digestiones realistas y fantásticas en las que lo más destacado es la precisión detallista, el estilo avasallador, la precisión y exuberancia formal.
El despliegue imaginativo y literario es descomunal, un inusual espectáculo literario repleto de escenas realistas y fantásticas, un insólito viaje hacia las infinitas posibilidades imaginativas de la literatura. Su posmodernismo literario es radical.