Autoexploración psicológica, familiar y social en una Bucarest alucinada y deformada poéticamente. A caballo entre lo realista y lo onírico, el autor rumano confiesa: «Escribí este libro a mano durante catorce años, en cuadernos, sin ningún tipo de edición, no cambié nada, de la primera a la última palabra no hay ningún borrón ni añadido. Lo escribí como un poema. No fue una estructura buscada por mí, confié en mi mente, que sabía lo que estaba haciendo mejor que yo». El título es porque «la mariposa tiene un ala izquierda, que en este caso es la infancia con mi madre como centro absoluto».
La Vanguardia escoge los libros del año
Ficción traducirda: 1. El ala izquierda (Cegador 1)