Precisamente de Margery Allingham es esta novela que estamos reseñando. La ha publicado la editorial Impedimenta y se titula Más trabajo para el enterrador; no es la primera que publican ya que, en 2016, publicaron El signo del miedo, novela que tengo que conseguir ya que he quedado fascinada con su forma de escribir.
Como buena novela policíaca, la trama gira en torno a un asesinato aunque, para ser exactos deberíamos decir asesinatos. Lo más curioso, es que todos ellos se ceban sobre una familia: los Palinode. Una familia bastante peculiar. La única hermana que sigue viva, Jesica Palinode, se comporta de una forma un tanto extraña ya que pasa el tiempo sentada en un banco del parque haciendo crucigramas en latín. Será el inspector Albert Campion el encargado de resolver los crímenes. Este inspector es el protagonista de las novelas de Margery Allingham, concretamente Más trabajo para el enterrador es la segunda que protagoniza. Me ha parecido un personaje muy curioso. Es muy despierto, no se le escapa ningún detalle. Le gusta observar a la gente e ir sacando sus propias conclusiones. Es un personaje que cala en el lector. Aunque esta novela es independiente de la primera igual no estaría mal leer antes la otra más que nada porque en ella debe presentarse a Albert Campion y podemos conocerle un poco más.
La verdad, es que el caso es bastante intrigante. Como le ocurre al resto de personajes también el lector empieza a hacer sus propias cavilaciones y sacar sus conclusiones. En la muerte de los Palinode da la sensación de que todo el vecindario es sospechoso. Todos tienen algo que levanta dicha sospecha porque, en realidad, los Palinode no estaban muy bien considerados, la gente del pueblo no les tenía mucha simpatía. Todo sucede en Apron Street, un distrito de Londres.
Junto a Albert Campion hay otros personajes que tienen un papel importante a pesar de ser secundarios. Quiero destacar a Jas Bowels y su hijo Rowley, ellos son los enterradores. Sobre todo Jas va a tener un papel que va a sorprender. Muy buenos todos los personajes porque no dan por hecho nada, todos ellos tienen guardada una sorpresa para el lector.
Se nota mucho que el fin de Margery Allingham al escribir esta novela era el de entretener. La novela la publicó en 1949 pero se mantiene muy fresca. Es de esas novelas clásicas que no te importa releer. Tampoco puede negar que es inglesa ya que tiene esa esencia de sus novelas. La autora tiene un estilo muy detallista, muy inglés, le es muy fácil al lector meterse de lleno en la novela. Es un estilo que atrapa. Está muy bien escrita además, Impedimenta, ha cuidado mucho su edición.
Todo esto son garantías de que, el lector, va a encontrarse con una novela que no sólo va a encantarle sino que le va a hacer pasar un buen rato. El tono humorístico, ese humor típicamente británico, está muy presente. Por ello, es una lectura que recomiendo muchísimo. Nos permite conocer otras voces femeninas, otras damas de la novela negra británica.
Ysabel M.