Podríamos encuadrarla dentro de la literatura fantástica. Aborda muchos temas: especulación inmobiliaria, negocios,dinero como única religión, ahorro, codicia, falta de sentimientos, los peligros de una educación estricta, etc. Queremos destacar también la fantástica traducción, se la debemos a Luisa Lucuix Venegas.
La autora decía en una reciente entrevista: La novela está inspirada en la historia de mi familia, tanto por parte de mi padre como por la de mi madre. En ambas, el dinero y las herencias han causado multitud de problemas. Mi abuelo era promotor inmobiliario, como Prosper Delorme, y también era un hombre de gran avaricia. He crecido en un universo donde el dinero era sagrado, donde cada gasto debía estar justificado y donde el despilfarro era considerado un crimen.
Es la casa la que cuenta la historia en primera persona, una casa que oye, ve, huele, siente y padece. Una de las cosas que más hemos resaltado es que la novela tiene constantes giros narrativos que te impiden imaginar qué es lo que va a ocurrir, te mantiene en vilo hasta el final. El tiempo va y vuelve del presente al pasado.
Combina un lenguaje muy cuidado (cuando narra la casa) con un lenguaje propio de lo oral (refranes y frases hechas) en los abundantes y ricos diálogos: Tirar de la lengua; Mi gozo en un pozo; todavía duda de poner al lobo a cuidar las ovejas; le pagaron a tocateja.