Voss, de Patrick White
Sin lector no hay escritor, y los libros que leemos sirven también para leernos a nosotros mismos. Son una corriente subterránea por debajo del día a día. Así que supongo que este año ha debido de ser solitario y duro, pero también luminoso, y lleno de revelaciones, porque la novela que ya por siempre estará asociada al dos mil dieciocho es esta obra maestra del único premio nobel australiano. Un viaje alucinante a la zona inexplorada de Australia en el siglo XIX emprendido por un grupo de hombres, cada cual con su salvaje búsqueda interior. Una historia de amor espiritual, entre un hombre y una mujer condenados a trascender. Y una escritura deslumbrante, sensorial, gratamente compleja, que no difícil, que como el explorador protagonista, abre nuevos caminos para quien se atreva a seguirlos.
MANUEL ASTUR