Ya está aquí el estío, tío, maldita sea. Y como cada año nos enfrentamos a una pregunta habitual: ¿qué novela me recomiendas para el verano? Seguramente, en lo único en lo que nos vamos a poner de acuerdo a la hora de definir qué es una novela buena para el verano es en que hay tantos tipos de lectores como tipos de vacaciones. Y que esos lectores tienen además momentos más así o más asá, más de descanso o más de búsqueda. Y que también influyen los gustos, las costumbres, las experiencias anteriores. En fin, muy lioso y muy sencillo a la vez.
Aventuramos una teoría. Quizá buscamos esa novela que esté a la altura de lo que se prevé como el momento de máxima realización lectora del año, después de atravesar el curso rateando tiempo al sueño y haciendo avanzar a trompicones el marcapáginas. Queremos algo en lo que sumergirnos y que la experiencia dure, algo que nos enganche fuerte y que nos deje un poso para paladear. Algo que nos permita viajar, salir y hasta broncearnos pero hacerlo con un secretito dentro, sintiendo el gusto que da añadir viaje interior al viaje exterior. Una lectura que te hace desandar doscientos metros de arena ardiente porque se te ha olvidado el libro en casa. Eso queremos.
Así que concluimos que esa novela será una distinta en cada caso, pero hemos elaborado un recuento de algunas que pueden funcionar. Una pequeña lista hecha por el falible método de hacer memoria, repasar estanterías y hacer una mezcla de libros de este año (los menos) y del fondo. Y agruparlos de alguna manera. Incluso de incluir unos pocos libros que no son novelas. Cuéntanos cuál es tu #noveladeverano, estamos deseando saberlo.
La aventura
Música acuática. T.C. Boyle. Impedimenta. Traductor: Manuel Pereira. Dos aventureros recorren el río Niger y las calles dickensianas de los suburbios del Londres de finales del siglo XVIII. Uno es un personaje histórico, Mungo Park, el otro un buscavidas inventado llamado Ned Rise. Una locura de novela, escrita de manera más que brillante.
El enamorado de la Osa Mayor. Sergiusz Piasecki. Acantilado. Traductores: A. Rubio y J. Slawomirski. Hay muchos elementos que han convertido este libro en una obra de culto: escrito en la cárcel por un bandolero, con un estilo sencillo, puro, como si la vida de esos contrabandistas polacos hubiera encontrado sus palabras justas para convertirse en mito. Uno de nuestros favoritos.
Las asombrosas aventuras de Kavalier y Clay. Michael Chabon. Literatura Random House. Traductor: Javier Calvo. La novela que conecta la emigración europea a Estados Unidos, la vida de esos emigrantes en las grandes ciudades y el nacimiento del cómic como medio de masas. Sueños, ambiciones, cultura popular. Política. Chabon inspirado y narrando con la cadena suelta.
Los detectives salvajes. Roberto Bolaño. Alfaguara. Toda la novela es el deseo de un viaje, el de la búsqueda de la poeta perdida Cesárea Tinajero. La aventura de vivir y la de escribir. Pasar un verano con Bolaño y esos poetas que habitan la colmena del DF es como encontrar la estatua de la Libertad en El planeta de los simios: una revelación.