Ya está aquí el estío, tío, maldita sea. Y como cada año nos enfrentamos a una pregunta habitual: ¿qué novela me recomiendas para el verano? Seguramente, en lo único en lo que nos vamos a poner de acuerdo a la hora de definir qué es una novela buena para el verano es en que hay tantos tipos de lectores como tipos de vacaciones. Y que esos lectores tienen además momentos más así o más asá, más de descanso o más de búsqueda. Y que también influyen los gustos, las costumbres, las experiencias anteriores. En fin, muy lioso y muy sencillo a la vez.
Aventuramos una teoría. Quizá buscamos esa novela que esté a la altura de lo que se prevé como el momento de máxima realización lectora del año, después de atravesar el curso rateando tiempo al sueño y haciendo avanzar a trompicones el marcapáginas. Queremos algo en lo que sumergirnos y que la experiencia dure, algo que nos enganche fuerte y que nos deje un poso para paladear. Algo que nos permita viajar, salir y hasta broncearnos pero hacerlo con un secretito dentro, sintiendo el gusto que da añadir viaje interior al viaje exterior. Una lectura que te hace desandar doscientos metros de arena ardiente porque se te ha olvidado el libro en casa. Eso queremos.
Así que concluimos que esa novela será una distinta en cada caso, pero hemos elaborado un recuento de algunas que pueden funcionar. Una pequeña lista hecha por el falible método de hacer memoria, repasar estanterías y hacer una mezcla de libros de este año (los menos) y del fondo. Y agruparlos de alguna manera. Incluso de incluir unos pocos libros que no son novelas. Cuéntanos cuál es tu #noveladeverano, estamos deseando saberlo.
Nunca sin una novela negra
El talento de Mr. Ripley. Patricia Highsmith. Anagrama. Traductor: Jordi Beltrán. Allí donde exista todavía un poco de inocencia, viene Tom Ripley y te la pisotea. Ripley es un psicópata de Bret Easton Ellis trasplantado a los años cincuenta, demasiado listo, demasiado guapo como para no obtener todo lo que desea. Es un depredador y su creadora es tan inteligente, tan precisa, tan morbosa que destruye la novela negra clásica para inaugurar un lugar que solo ella es capaz de ocupar.
Picnic en Hanging Rock. Joan Lindsay. Impedimenta. Traductora: Pilar Adón. Desde que leíamos los libros de Los Cinco, picnic y misterio en la misma frase nos hace salivar de forma considerable. Esta es una comida campestre, una zona escarpada de Australia y tres niñas y una profesora desaparecen. ¿Qué paso? ¿Pasó de verdad? Esta intriga, en la mejor tradición del policiaco pero con su propia personalidad, ya se ha convertido en un culto global.