Volver a uno de los libros de Terror que más me sorprendieron en su día y con el cual disfruté tanto que incluso puedo recordar meticulosamente momentos y lugares donde lo leí; es como volver a ver a un viejo amigo. El Otro, de Thomas Tryon, es uno de los indispensables del género de Terror que debe estar siempre-siempre disponible en librerías. Editorial Impedimenta debió darse cuenta de que este titulo faltaba en catálogo, y uno tan bueno…, en fin, que la genial Olalla García vuelve a traducirlo y se apuesta por rescatarlo. Ya lo tenéis entre las novedades del verano.
Un libro que quizás algunos tengáis en vuestras estanterías desde hace años. Como aficionados al Terror y como seguidores de nuestra web, sería un caso de lo más común. Aunque más común sería tenerlo y haberlo leído y valorado altamente ya a estas alturas. En cualquiera de los casos, sabéis que estamos ante una historia súper disfrutable aunque no seáis grandes amantes del género. De esos libros que te dejan tan estupefacto al acabarlo que una vocecita en la cabeza te dice: «¿Qué acaba de suceder?» Incluso el Epílogo te deja fuera de combate. Pues El Otro puede ser perfectamente uno de los libros que más mensajes subyacentes en el cerebro deja. No obstante, lo que más le suele gustar a los que se atreven con él, es sin duda el modo en el que está escrito. No se puede negar que Tryon fue un autor bastante talentoso con una habilidad increíble para dar vida a lugares y personajes.
¿Qué cuenta El Otro? Holland y Niles Perry son gemelos idénticos de trece años. Están cerca, lo suficientemente cerca, casi para poder leer los pensamientos uno del otro. Pero no podrían ser más diferentes. Holland es audaz y travieso, una mala influencia, mientras que Niles es amable y con ganas de complacer; el tipo de niño que enorgullece a sus padres. Los Perrys viven en una bucólica ciudad de Nueva Inglaterra donde el nombre de la familia se ha establecido durante siglos, y en el momento en que empieza dicha historia, el clan se ha reunido en su tierra ancestral durante el verano para llorar la muerte del padre de los gemelos el cual murió tras un desafortunado accidente. La señora Perry aún no se ha recuperado de la conmoción por el espantoso final de su esposo y permanece aislada en su habitación…, dejando a sus hijos al son del libre albedrío. Sin embargo, a medida que avanza la temporada estival (el veranito ese que tanto nos gusta y en el que las mentes se acaloran), las bromas de Holland se vuelven cada vez más siniestras. Es entonces cuando Niles decide que ya no le quedan excusas para defender las acciones de su hermano.
Magníficamente escrito, rápidamente te das cuenta que es de esos clásicos de la literatura con personajes bellamente desarrollados e historia profunda en ocasiones, por el que te fustigas por no haberlo leido aún. Hay quien se atreve a decir que no encuentra «nada aterrador», que más bien es un thriller psicológico de quema lenta y que cuenta con grandes momentos de tensión, en especial, cuanto más vamos sabiendo de la personalidad de Holland. Estoy de acuerdo…, en casi todo. El Terror es muy subjetivo, igual que el humor, el amor, o la gravedad de la Ley del Talión. Lo que para ti puede ser menos grave para mí lo puede ser mucho. Y os aseguro que aquí hay bastante Terror. Sugerente en un porcentaje muy grande, sí, pero semillitas sembradas en el lector que tarde o temprano brotarán. En unos con más fuerza que otros, por supuesto, y ahí está la clave: la historia es impactante para todo aquel que la empiece a conocer.
Lectura fácil, digerible, con sabor a buen vino añejo, veraniega total y con ese toque de Terror que todos necesitamos vivir cada no mucho en nuestras vidas. Que nuestro instinto no se achante. Una actividad a reivindicar. El Otro es material ideal para ello. Múltiples son las alabanzas a este libro por parte de los grandes escritores del género. Además, de una joyita a descubrir por lectores del nuevo milenio.
Juan José Castillo