El club May of Teck es una residencia para señoritas situado en el Londres de 1945, con la Segunda Guerra Mundial dando sus últimos coletazos, que aunque se presenta como acabada veremos en el transcurso de la narración como las secuelas de los bombardeos llevados a cabo por los nazis en el Reino Unido, conocidos como Blitz, contra objetivos industriales y también contra objetivos civiles, tendrán un peso considerable en el devenir del club y de sus inquilinas. En el May of Teck, residen varias jóvenes de diferentes edades, pero con condiciones sociales más o menos parecidas: mujeres que comenzaban a trabajar (en sectores poco trascendentes, como el editorial), jóvenes en busca de un buen matrimonio (dados sus limitados recursos), no tan jóvenes que no se pueden permitir otro tipo de residencia, y aún menos jóvenes que gestionan, regentan y residen en este hogar para unas cuantas.
Spark nos presenta a través de las protagonistas diferentes situaciones sociales: la joven que trabaja en una editorial, considerada como alguien de gran valor e importancia para sus compañeras, pero no mucho para su jefe y posibles compañeros, a no ser que se trate de posibles contactos, entonces su valor si es tenido en cuenta. Aquella otra que finge, o no, tener una relación con alguien importante, pero que no recibe una petición de matrimonio y apenas sale de la residencia. Aquella otra que ha decidido vivir de los hombres hasta que encuentre el que la lleve al altar, aunque por el camino haya tenido que entregar su cuerpo, deseándolo o no mucho, a cambio de unos vales para ropa, para comida, unas medias o poco más. Aquellas que siguen residiendo en el club como cabezas de familia, que se encargan de la gestión y un mínimo de atención a las chicas que allí viven, preocupándose de cobrar mes a mes el alquiler de las habitaciones, tener la comida lista y fingir que siguen allí por elección personal.
En medio de todas estas situaciones, Spark nos ofrece una pequeña intriga alrededor de Nicholas Farringdon, posible escritor, posible político, posible predicador estratega, posible, posible y más posible. Su fallecimiento a mitad de la novela, le sirve a la autora para descubrirnos qué fue de algunas de las protagonistas de la novela; cómo sucedió el peculiar e inexplicable percance una mina dada por inexistente, el triste final que este percance desencadena, la apatía paterna por el futuro de las hijas… Es decir, el papel poco valorado de la mujer en una sociedad que intentaba recuperarse de un final de guerra que no había dejado indiferentes ni a ricos ni a pobres, ni a mujeres ni a hombres, ni a políticos ni a militares ni a civiles… Una sociedad que estaba más preocupada por poder comer, vestirse y no morir en el camino que por reconocer a la mujer su papel en el día a día de cada casa y cada empresa. Y, por otro lado, Spark nos presenta la aparente indiferencia de todas estas jóvenes ante las secuelas que la guerra ha dejado en su familia, en su ciudad, en sus posibilidades y, en definitiva, en ellas mismas.
Una novela rápida para la lectura, que engancha con pequeños detalles y que deja a la vista el poco peso que la mujer tenía en mitad del siglo xx en una sociedad avanzada.
Irene Muñoz Serrulla