Cuesta creer que una obra maestra de la literatura universal de la talla de El oasis permaneciera inédita hasta la fecha en nuestro idioma. La novela utópica de Mary McCarthy llega a nuestras librerías con una excelente edición a cargo de la infalible editorial Impedimenta. Excelentemente traducidas por Raquel Vicedo (hecho a resaltar, ya que no se trata de una novela fácil), las 183 páginas (prólogo incluido a cargo de Vivian Gornick) de la memorable novela de McCarthy se devoran con una avidez inusitada. La historia de la creación de una pequeña comunidad autosuficiente a cargo de una serie de teóricos e intelectuales liberales de Nueva York, convenientemente bautizada como “Utopía”, es la historia de la caída de los ideales progresistas en los Estados Unidos en plena era del macarthismo (no el de Mary, sino el del senador Joseph McCarthy). La caza de brujas contra la supuesta infiltración de los ideales comunistas en Norteamérica, que arrancó en el mundo de las artes cinematográficas con el código Hays en 1930 y que se extendió como la pólvora a todos los ámbitos de la sociedad a partir del desenlace de la Segunda Guerra Mundial, planea por las páginas de El oasis como una sombra bajo cuyo árbol ninguno de los «teóricos utópicos» se quiere posicionar. Los ideólogos de la comuna «Utopía» se muestran divididos desde el inicio mismo de la trama y, como si de agentes infiltrados se tratase, desconfían unos de otros hasta protagonizar una suerte de guerra fría en la que cada acción, cada movimiento o cada palabra de unos son analizadas hasta la extenuación por el bando opuesto. Nacida del evidente desencanto de la autora con los círculos intelectuales en los que ella misma se movía, la novela nos presenta unos personajes tan realistas como arquetípicos, que han de verse como proyecciones de amigos, conocidos y enemigos de la propia Mary McCarthy. Hay denuncia del machismo intelectual a cargo de los supuestos defensores de las libertades civiles y partidarios de la revolución sexual, así como caricaturización del ala conservadora, personificada por el delirante Joseph Lockman, uno de los personajes mejor trazados por la afilada pluma de McCarthy. En definitiva, una obra maestra de lectura obligada en ésta época de crisis de ideales que nos ha tocado vivir.
Daniel López Leboreiro