La escritora y periodista Tatiana Tibuleac (1978, Moldavia) afincada en Francia, ha creado una brutal novela llena de matices y reflexiones, por la que la crítica especializada la ha posicionado a la primera fila de las nuevas voces de la literatura europea.
Como lectores privilegiados asistimos a modo de flashback a un pasado convulso del día a día de esta familia disfuncional, destacando por encima de todo una crudeza descarnada que se traduce en un terapéutico viaje de redención.
Estructurada en capítulos breves a modo de catálogo de desgracias donde predomina siempre por encima de todo una rabia contra una madre que no ha sabido amarle, encontramos los únicos momentos de compasión cuando Aleksy recuerda a su hermana muerta….hasta que la escritora nos revela una de esas sorpresas que hace que el relato cambie, al igual que lo hace los sentimientos del personaje hacia su madre.
Hay muchísimo que rascar en esta novela: desde una profunda injusticia por haber nacido y la pregunta universal sobre a qué se debe esta falta de justicia, el perdón, la redención, la enfermedad, el rechazo, el olvido o el daño.
En definitiva: El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes es una historia tan desgarradora como atractiva y que la convierte por méritos propios en una de las mejores novelas de este 2019.
FJ Arcos Serrano