Aleksy es un joven de una extrema sensibilidad emocional y mental que tiene una relación especial con su madre, con los ojos de su madre. En su relato, que empieza con el final del curso escolar, podemos observar la ignorancia, la fantasía, el prejuicio, la superstición, el odio y otras formas de sinrazón humanas. Ninguna de ellas es gratuita, y todas tienen su porqué en esta novela, El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes (2016), escrita por Tatiana Ţîbuleac, escritora y periodista moldava.
Enrique Redel, editor de Impedimenta, ha puesto en circulación una excelente obra de una escritora que confiesa que se siente exiliada vaya donde vaya. Su manera literaria de escribir nos deja, como a ella le gusta, al borde del abismo. Se une a esta novela de una belleza inquietante la espléndida traducción al castellano de la bilbaína Marian Ochoa de Eribe, doctora en Literatura Comparada por la Universidad de Deusto.
La rebeldía de un joven que se siente abandonado, que ha perdido a su hermana y que ha estado en un internado en una institución psiquiátrica inglesa, y vive el cáncer de su madre acongojado, sin saber muy bien en qué consiste el perdón y la reconciliación: «Mi madre me llevó al campo de girasoles para anunciarme que se estaba muriendo.»
Aleksy describe estos hechos rememorando el pasado: «(…) en todos esos años en que intenté escapar de una locura que al principio me atormentó y me cubrió de toda la podredumbre imaginable (…)».
Ţîbuleac construye un relato en el que el protagonista hará un gran esfuerzo para elaborar una aceptación de la experiencia traumática que siempre tuvo con su madre y que dejó secuelas en su vida emocional y en su actividad creativa. De hecho, Aleksy es, en el presente, un artista famoso.
La autora domina el relato sin hacer ninguna concesión: no hay nada que sirva para mitigar la agudeza del dolor; solo existe la presunción según la cual las palabras son insuficientes ante la aflicción individual y familiar.
Ţîbuleac escribe un auténtico alegato contra la violencia del abandono.
Carme Miró