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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

«Las cien noches de Hero»

Publicada en septiembre de 2016, narra la historia de amor entre dos mujeres de Migdal Bavel, la ciudad que los hombres de la Tierra Temprana construyeron en honor al Hombre-Pájaro.

Las cien noches de Hero

Hero es la amante y sirvienta de Cherry, una mujer casada que, como consecuencia de una absurda y sucia apuesta, se ve obligada a urdir un plan para evitar que un amigo de su marido la fuerce. Así, durante 100 noches, Hero trata de distraer la atención de este hombre que, absorbido por historias reales de mujeres reales, pierde la noción del tiempo y olvida su propósito.

Para contarlo, la novela se divide en ocho fragmentos claramente diferenciados: un prólogo en el que se relata el origen de la Tierra Temprana; seis capítulos en los que se nos cuenta la historia de estas dos amantes y todas las demás historias de Hero; y un epílogo con el desenlace de la pareja.

Según señala Greenberg: «Quería escribir una historia que mostrara a mujeres ayudándose mutuamente, que fueran complicadas e interesantes y no necesariamente fuertes». Además, ha reconocido que, en un principio, pensó en contar la historia de una mujer oprimida en su matrimonio cuyo amante fuera un hombre, pero «no quería que el resultado fuera el mismo de siempre: que un hombre fuera a salvar a la mujer»; por lo que finalmente creó a Hero. Un personaje perfecto para una historia perfecta de amor y lucha.

Estilo

Pero lo que realmente llama la atención tanto en esta como en sus demás obras, no es solo la capacidad que tiene la autora para hilar los relatos entre sí y crear algo fascinante, sino el estilo de su dibujo y el uso del color. La autora no oculta sus referentes: «Lo primero que leí fue ‘La liga de los hombres extraordinarios’, de Alan Moore. Me encantó pero se me daba fatal recrear superhéroes. Cuando vi Epiléptico y Persépolis pensé: ‘Es justo el tipo de dibujos e historias que quiero hacer».

Así pues, a lo largo de sus obras podemos ver similitudes entre su estilo, el de David. B y el de Marjane Satrapi. Un estilo en el que destaca el contraste entre el blanco y negro, la alternancia de las páginas limpias con las laberínticas, y el uso del trazo ingenuo y caricatural. La principal diferencia entre ambas es el uso del color. Isabel emplea colores cálidos (rojos, naranjas, amarillos…) para aportar sentido y emoción a las páginas de sus historias.

Irene Sastre Martínez