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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

David Storey alcanzó la cima literaria cuando, en 1976, se alzó con el “Booker” por su novela Saville. Sin embargo, su nombre era bien conocido desde que en 1960 publicara su primera novela, El ingenuo salvaje. En esos años, Inglaterra era todavía un país hipócrita e hiperclasista aunque la nivelación social impulsada en la década de los 50 ya incubaba la explosión juvenil que pronto se derramaría desde las calles de Londres. De modo que aquel público devoró enganchado esta historia de un joven de clase obrera que, gracias al rugby, deja atrás una vida gris en una oscura ciudad industrial. La clave del enganche, aún más que la heroica visión de unas peleas sobre el barro que Storey (1933-2017) conocía bien, fue la cara amarga que se oculta tras las sonrisas de las tardes gloriosas. Setenta años después, El ingenuo salvaje es un clásico de la novela deportiva que no deja de rejuvenecer.

EUGENIO FUENTES