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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

«Un plan sangriento. El caso Roderick Macrae»

Un plan sangriento fue finalista en el año 2015 del premio Man Booker Price.

Últimamente están muy de moda hablar de asesinatos reales, sobre todo en series de televisión, los «true crime». Pues Un plan sangriento bien podría ser un «true crime» de no ser porque en la contraportada aclara que es un «falso true crime». El autor, Graeme Macrae Burnet ha jugado perfectamente el rol de cronista dando su apellido al protagonista y asesino y hablando en primera persona dando así más credibilidad al falso «true crime».

Graeme Macrae Burnet nos coloca con precisión en las Tierras Altas escocesas del siglo XIX. Recrea muy bien tanto el entorno geográfico de una aldea pobre de la época como las costumbres de las gentes, casi todas de origen humilde dedicadas al campo.

Un plan sangriento no es un thriller al uso, el lector no tiene que jugar a investigar, ya que desde el primer momento sabemos quién es el asesino. Roderick Macrae, un joven de diecisiete años, hijo de un aparcero ha confesado el crimen, se muestra frio y sin remordimientos. Cuando lo someten a juicio, lo único que puede salvarlo de la horca es que lo declaren demente.

No hay acción vertiginosa, pero no por ello te vas a aburrir, ya que lo que relata con una excelente prosa adecuada a la época, es la crónica de una sociedad en la que las leyes distaban aún mucho de las actuales.

Hay que ponernos en situación con la época. Las leyes eran distintas y la psicología estaba en pañales. En el siglo XIX pensaban que la locura era solamente hereditaria y por lo tanto, el loco solía tener unos rasgos físicos característicos (frente estrecha, ojos pequeños, torpe de habla etc). Lo que no contemplaban era que la locura pudiera darse en individuos «sanos» y los actos que cometiera fueran por pura maldad.

Como buen «true crime», en la novela recogen declaraciones de testigos y vecinos, el juicio completo contra Roderick Macrae, que no tiene desperdicio, informes médicos realizados al acusado etc, pero el plato fuerte de la novela a mi gusto es la parte donde Roderick, a petición de su abogado escribe un relato sobre los crímenes, pero no solo relata cómo comete los asesinatos, sino que se remonta años atrás, a su infancia y ahí nos damos cuenta, leyendo en primera persona en voz del asesino de cómo funciona una mente perturbada.

He de decir que me ha encantado la edición, es preciosa, de tapa blanda, pero con una sobrecubierta que recuerda al cartón antiguo con un tacto muy agradable.

En resumen, si te gustan las historias reposadas, bien escritas y ambientadas, donde puedes entrar de lleno en la mente de un asesino, «Un plan sangriento» te va a encantar.

María Criado