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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

Especial lecturas navideñas (III): novelas

Tercer capítulo de nuestro «Especial de lecturas navideñas», esta vez ocupándonos del formato literario por excelencia, la novela —más una pequeña excepción—.

Diez libros para todo tipo de paladar, que a buen seguro podréis disfrutar estas fiestas. Como no queremos robaros más tiempo —aquí lo importante son las lecturas— os recordamos que nos queda otro artículo pendiente, así que nos vayáis muy lejos… En cualquier caso, ¡a leer!

El ingenuo salvaje, David Storey (Impedimenta, 2019)

Pero si hablamos de realismo británico no hay mejor opción —ni editorial— que este clásico literario y cinematográfico de los 60 sobre rugby en plena posguerra. Espera, ¿una novela de rugby? Sí y no. Sí, porque aún se la reverencia como una de las grandes obras literarias deportivas, y las escenas relativas a los partidos son electrizantes incluso para los neófitos —se nota que Storey fue profesional—. Y no, porque El ingenuo salvaje utiliza el imprevisible balón ovalado para hablarnos de cosas más trascendentes: fama, amor y lucha de clases. La historia de Arthur Machin podría resultar edificante. Un joven obrero, de origen humilde —igual que el autor—, que aprovecha sus aptitudes y su oportunidad para abrirse paso hasta el primer equipo de una de las mejores escuadras de la región de Yorkshire. Pero Storey la emponzoña con una mirada furibunda al malestar producido por el eterno conflicto entre quiénes somos y quiénes anhelamos ser. La fábrica versus los flirteos con la élite del lugar —dueños del club y el puesto de trabajo—. Las perversas dinámicas de poder —contactos, favores, posicionamientos—. La fama y el nuevo nivel de vida frente a los cotilleos y la imagen proyectada de simio de pocas luces. Y, por encima de todo, la imposibilidad de obtener lo que el balón y el dinero no garantizan. El amor de la señora Hammond, que convierte a Machin en una especie de Gatsby pueblerino e iracundo, enfrascado en un kitchen-sink drama en la que el barro no lo produce la refriega en el campo, sino las propias incapacidades. Triunfo absoluto.