Si el gaucho es el epítome de la literatura argentina y si la dicotomía “civilización y barbarie” nos acecha casi desde el comienzo mismo de nuestro Estado nación, ¿por qué no pensar que los temas que se leen tan lejanos en In the Distance son, a la vez, profundamente argentinos? Equidistante de sus dos tierras de origen, Díaz monta a Håkan en su “Pingo” (así se llama su caballo); cuando enferma, el protagonista lo abre al medio para estudiarlo y quitarle todo el mal de sus entrañas, pero luego el caballo muere, sangrando por la herida. Forzar la interpretación metafórica (¿freudiana?) sería demasiado, pero no parece descabellado ver en esta novela a un gaucho sueco que atraviesa a su gusto la inmensidad de la planicie (con menos pasto y más nieve) y que no encuentra mayores escollos en el ambiente que los otros seres humanos. Bárbaro acechado por la civilización, el Håkan de Díaz es anterior a las nacionalidades: es profundamente humano.