Me hago cargo de que la recomendación llega algunos meses tarde, a año cambiado y sin efeméride en activo –más allá de los veinte años que cumple la novela este 2020–, pero con Murdoch ha de aplicarse la premisa del «más vale tarde que nunca». Figura dominante en la ficción en lengua inglesa del siglo XX, su amplísima producción novelística –un total de veintiséis títulos– gira en torno al tratamiento filosófico de las actitudes morales, la indagación exhaustiva en las pasiones humanas, y los modos y vivencias de la fe; los tres ejes son constantes en su obra, cohesionan su legado literario, y me sirven para resumirlo –valga la simplificación–.
En Monjas y soldados, que no deja de ser –valga otra vez la simplificación– una historia de líos amorosos entre “personas bien”, predomina el segundo eje (pasiones humanas); esto es, una exploración detallada y fascinante de la biografía de los personajes –realmente Murdoch logra encandilar al lector con largas, pero placenteras y agudas descripciones de más de una veintena de páginas–, y un retrato realista y minucioso de los procesos afectivos y conductas en los que deriva el amor erótico y romántico, o las locuras de un amor alimentado por los celos, el autoensalzamiento y la envidia que no terminamos de saber, como tampoco lo saben los personajes, si es real o una farsa; aunque todos, lector y personajes sospechan que, en el fondo, es una farsa.