Sin duda el autor sabe crear una gran atmósfera en los casos, poniendo grandes dosis de intriga y resolviendo los casos siempre de una manera sorprendente, dándole a vuelta a cosas que a veces por muy evidentes que sean, no son lo que parecen. Resoluciones al más puro estilo Sherlock Holmes, al que hace referencia también la novela en alguna ocasión, y todo con un estilo muy británico, y con el más fino humor inglés.
Humor no exento de crítica social, muy mordaz pero sin sobresaltos, otra vez como muy bien saben hacer los británicos, dándonos visiones de las diferencias sociales existentes con frecuentes ironías, en la época de los sesenta.
Los casos de Horace Rumpole, abogado es sin duda un libro para disfrutar de los entresijos judiciales al más puro estilo inglés.