Tener este libro en manos ya invita a la aventura. Como todo libro de Impedimenta, resulta un placer a los ojos: realmente estamos frente a una edición tal cual la era victoriana con sus ilustraciones de la época. ¡Y la temática! ¡La mujer en bicicleta! Con todos los pruritos de la era histórica con la flema inglesa como base. Y no solo se destaca la bicicleta como medio de transporte, sino de libertad. Una mujer podía andar a caballo si tenía clase y distinción pero no la libertad de andar… ¡sola! La bicicleta funcionó como cambio visceral en la sociedad inglesa. Las mujeres en esa época tenían la movilidad limitada a aquellos lugares donde fuesen con sus maridos o donde pudiesen desplazarse a pie.
Publicada en 1897, estamos ante una de las primeras guías para mujeres ciclistas de la época victoriana. Un manual que sirvió para instruir y modelar a las primeras generaciones de arriesgadas amazonas del pedal, incluyendo la selección de la bicicleta adecuada a las damas de la buena sociedad, su atuendo y complementos, la elección de la comida y la bebida más convenientes para tomar durante el viaje, y hasta la organización de divertidas ginkanas ciclistas en tu jardín. Además de afrontar la espinosa cuestión de si montar en bicicleta constituía una actividad apropiada para las mujeres.