Conforme han ido apareciendo sus obras, Fink se ha situado sin duda como una de las mejores narradoras del Holocausto junto a otros grandes autores, de fama universal, como el italiano Primo Levi (Trilogía de Auschwitz, Península); el húngaro y premio Nobel de Literatura Imre Kertész (Sin destino y otros, Acantilado); Elie Wiesel (Trilogía de la noche, Austral); el rumano Norman Manea (El té de Proust, El regreso del húligan, Tusquets); el israelí Aharon Appelfeld (Historia de una vida, Península; Katerina, Galaxia Gutenberg); el checo Arnost Lustig (Ojos verdes, Galaxia Gutenberg; Una oración por Katerina Horovitzová, Impedimenta) o el también húngaro György Konrád (Viaje de ida y vuelta, Alianza).