En el caso de «El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes» el jurado ha querido sumarse a los “merecidos” reconocimientos que ha ido recibiendo la novela, especialmente entre las librerías, (ha sido finalista de los premios del Gremio de Librerías de Madrid, y ha obtenido el Premio al Libro del Año de la Librería Cálamo de Zaragoza). “Aparentemente ligera pero honda”, los libreros y libreras consideran que la narración de la escritora moldava Tatiana Tîbuleac, “una dura excavación en los odios internos de una familia que contiene una retorcida pero evidente belleza, y finalmente una tácita redención”, han descrito, es una obra “engañosamente ágil, pues la autora consigue sembrarla de secretos privados y digresiones pertinentes sin que la prosa se resienta, sin perder su fluidez, algo muy fácil de seguir para el lector, pero muy difícil de conseguir para los escritores”.
—CEGAL