Hernan Díaz analiza de manera brillante la más absoluta soledad a través de un personaje fascinante: un ser que parte de la más miserable existencia para devenir un mito en vida. Enmarcado en el género del western, pero subvirtiendo sus reglas con el objetivo de describir el abstracto paisaje del aislamiento, Hernan Díaz es capaz de jugar con el lenguaje con una excelencia pocas veces vista. La soledad nunca ha estado tan llena de vida y de sentido.