La recomendación es estupenda, pero lo mejor es el final. Hace falta optimismo (y, por cierto, no es que Vicente se esté saltando las normas del Gobierno: es que él nos hace las reseñas desde su balcón).
La recomendación es estupenda, pero lo mejor es el final. Hace falta optimismo (y, por cierto, no es que Vicente se esté saltando las normas del Gobierno: es que él nos hace las reseñas desde su balcón).