La vida nunca fue fácil en Australia. Aún menos para una mujer de mediados del S. XIX. Por eso, Bárbara Bayton se merece estar en cualquier lista de libros imprescindibles sobre el país (también Anna Maria Bunn). Abandonada con tres hijos por su primer marido, su vida podría ser la de cualquiera de las protagonistas de los relatos que recogió en esta antología publicada en 1902, en Londres. Mujeres que soportan la dureza del entorno y la de los hombres. No se publicó en Australia porque a ningún editor le convenció la imagen que daba del interior del país (el Bush), brutal, oscuro, intenso, casi animal. La atmósfera de estos relatos tienen más que ver con El corazón de las tinieblas de Conrad que con la popular El pájaro espino de Colleen McCullough.
Biblioteca básica para volver a Australia
Que se suele llegar más lejos con un libro que con un billete de avión es evidente en el caso de Australia: página a página, las antípodas quedan al alcance del lector. Cierto que su bibliografía es tan vasta como su extensión, pero por algún lugar hay que comenzar la visita a este continente que tiene capricho de isla. Sea como sea, vale la pena acercarse a Australia, “es como estar en otro planeta, lejísimos del resto del mundo”, escribió Bruce Chatwin a su amiga Penelope Tree en una carta escrita desde Darling Point, Sidney, el 12 de enero de 1983.