Estamos ante un juicio contra nosotros mismos, en el que apenas apreciamos si se trata de un falso true crime o un crimen verdadero. Estaremos locos o no, esa podría ser nuestra defensa. Tenemos testigos. La cuestión es que una magnífica obra literaria como Un plan sangriento. El caso Roderick Macrae debería caer en manos de todos esos testigos. Un juicio justo, a mi parecer.
‘Un plan sangriento’, de Graeme Macrae Burnet
En palabras del señor Sinclair, «el señor J. Bruce Thomson, a lo largo de sus muchos años de experiencia tratando con convictos y locos, jamás se había encontrado con un solo prisionero que fuese capaz de producir una obra de valor literario, un juicio que subraya la naturaleza excepcional de las memorias del señor Macrae». Quizá Un plan sangriento. El caso Roderick Macrae sea algo más que un falso true crime. Dos palabras: ‘literario’ y ‘excepcional’.