Tras abandonar sus estudios a los dieciséis años, pasó su juventud realizando trabajos bastante poco inspiradores, como el de dependiente en una tienda, mozo de laboratorio y operario en una fábrica, período tras el cual se convirtió en ayudante de bibliotecario. Durante la segunda guerra mundial sirvió en la Royal Navy. En 1951, cansado de su empleo, que no le reportaba ningún tipo de satisfacción, decidió dejarlo todo y dedicarse a escribir a tiempo completo. Intentó primero labrarse un porvenir como autor de relatos y luego como periodista radiofónico y reportero de diversas revistas, como el New Stateman, pero fracasó estrepitosamente. Tras enfermar de tuberculosis, decidió volver a la relativa seguridad de su puesto funcionarial. Durante la convalecencia de su enfermedad, que duró dieciocho meses, empezó a escribir la obra que le llevaría a la fama: Un lugar en la cumbre (Room at the Top, 1957). La novela, que fue rechazada por cuatro editores antes de ser publicada, cosechó un éxito casi instantáneo, y lo integró por derecho propio en el movimiento literario de los «Angry Young Men», al que también pertenecían autores de la talla de Kingsley Amis, Philip Larkin, Keith Waterhouse o Allan Sillitoe. La novela suscitó la aclamación de la crítica, y rápidamente entró en las listas de libros más vendidos (se reeditó en ocho ocasiones en el primer año, y en 1970 alcanzó su decimonovena reimpresión). La editorial Penguin la colocaría entre sus títulos más vendidos de todos los tiempos, junto con obras como El amante de lady Chatterley y La Odisea. En 1959 la novela fue adaptada el cine por Jack Clayton. Braine decidió entonces volver a escribir a tiempo completo y se mudó a Londres. No obstante, por mucho que intentara escribir alguna otra novela que igualara el éxito de la primera, no lo consiguió jamás, ni siquiera cuando publicó, en 1962, su secuela, Una vida en la cumbre (Life at the Top). En 1968 publicaría la novela The Crying Game, ambientada en Londres y que buscaba en cierto modo capturar la atmósfera de los «Swinging Sixties». Braine, que en sus primeros años abrazó la causa laborista, poco a poco iría decantándose por posiciones más conservadoras, tal y como hicieran compañeros de generación como Kingsley Amis. Murió de una úlcera de estómago en 1986, en Londres.
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