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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

Giono, Jean
Jean Giono nació en Manosque, en la Alta Provenza (Francia), el 30 de marzo de 1895. Su familia, de extracción muy humilde, era de origen franco-piamontés. Su padre era zapatero y anarquista, y su madre planchadora. En 1911, y debido a la mala salud de su padre, tuvo que interrumpir sus estudios.

Trabajó como mozo, luego como dependiente y, tras la guerra, como subdirector de una oficina bancaria. En 1915 fue movilizado y enviado al frente de Verdún. Tras la publicación de su primera novela, Colline (1928, Premio Brentano), el banco en el que trabajaba quebró y Giono pudo dedicarse a tiempo completo a la literatura. En 1932 recibió la Legión de Honor, al tiempo que empezaba a implicarse políticamente en movimientos de izquierda. A principios de los años treinta se hizo miembro de la Asociación de Escritores y Artistas Revolucionarios, de ideología comunista, pero pronto la dejó al no estar muy de acuerdo con sus postulados últimos. Poco antes del inicio de la segunda guerra mundial, Giono se había convertido ya en un pacifista militante. A esa época corresponde la publicación de Que ma joie demeure (1935), que le granjeó el aprecio de los lectores jóvenes. Tras el estallido de la guerra, fue a alistarse al centro de movilización de Digne, pero fue detenido el 14 de septiembre de 1939, debido a su pacifismo. Fue liberado y desmovilizado. Una vez concluida la guerra, en septiembre de 1944, fue acusado de colaboracionista con el régimen de Vichy, a pesar de que en varias ocasiones había manifestado públicamente su rechazo al nazismo (siendo incluso autor de una obra de teatro, Le voyage en calèche, que los alemanes habían prohibido durante la guerra). Fue liberado en enero de 1945. Aun así, se granjeó la antipatía de buena parte del establisment literario francés (fue expulsado del Comité Nacional de Escritores e inscrito en la lista negra, lo cual suponía el veto a la publicación de cualquier obra suya en Francia), y su figura no fue rehabilitada hasta la aparición, en 1947, de Un rey sin diversión, primera de sus famosas «Crónicas Novelescas», que se completarían con Les grands chemins (1951), Le moulin de Pologne (1952), Ennemonde (1968) y L’Iris de Suce (1970), y que presentan un mundo negro dominado por la miseria, en el que sólo pueden prosperar la crueldad y la destrucción. Es también célebre su «Ciclo del Húsar», de aires stendhalianos, compuesto por Mort d’un personnage (1948), El húsar en el tejado (1951), Le Bonheur fou (1957) y Ángelo (1958). Jean Giono murió de un infarto el 9 de octubre de 1970, en Manosque, localidad donde está enterrado.

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