En 1940 se graduó en el Lord Byng High School, donde se la conocía como «Piernas O’Grady». Tras la segunda guerra mundial, mientras trabajaba en una biblioteca, conocería a quien sería su marido, el periodista Frederick Snowden Skinner, con el que tuvo tres hijos. No empezó a escribir hasta casi cumplir los cuarenta años, pero entre 1961 y 1970 publicaría cuatro novelas entre las que destaca, sin duda, Matemos al tío (1963), que fue llevada al cine con el mismo título en 1966 por el legendario director de películas de terror William Castle, y que está considerada una de las más importantes novelas góticas del siglo XX, un clásico de culto. Un título mítico también por la legendaria portada de Edward Gorey que ahora Impedimenta recupera y que se había convertido en objeto de coleccionista. Tras tres décadas de relativa oscuridad, Matemos al tío volvió al primer plano de la actualidad tras un artículo aparecido en 2009 en la prestigiosa revista The Believer, auspiciada por la editorial McSweeney’s, en el que se la consideraba un tesoro perdido de la literatura cross-over.
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